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carlos

Memorias de La Peña

Viernes, Enero 8, 2021 - 10:52
Desde la Biblioteca Pública La Peña conocimos a uno de sus usuarios más frecuentes quién nos cuenta la historia del barrio y su amor por los libros, disfruta de este testimonio aquí

Carlos Julio Rodríguez dice que nació junto a la montaña dónde se ubican los barrios Los Laches y La Peña en los cerros orientales de Bogotá, vio crecer y expandir esta parte de la montaña; de toda la vida su oficio fue la zapatería y hoy, a sus 76 años, puede contar con gran alegría que vive de su pensión junto con su esposa. Recuerda los inicios de estos dos territorios ya que al lado de muchos de sus vecinos contemporáneos tuvieron la oportunidad de construir sus casas con sus propias manos, ahora nos cuenta un poco sobre su vida y también la importancia de la construcción de la Biblioteca Pública La Peña para él y los habitantes de esta parte de la ciudad:

¿Cómo ha cambiado la montaña, esta parte que se llama La Peña y más abajo Los Laches?

Esto era prácticamente una vereda, aquí se criaban marranos, cada uno tenía su huerta en la que sembramos papa, maíz o cebolla. No había agua, ni luz, ni nada. El Camino de Herradura antes se llamaba Camino de Burros, el cual es la vía principal, que para esa época era muy estrecha, todo estaba destapado. Entonces el gobierno de turno (le hablo de hace más de 50 años) llegó con un plan de construcción que se llamó Vivienda Popular con el que íbamos a construir el barrio. Cada uno empezó a delimitar sus terrenos y con ayuda de este plan, cada quien construyó su casita, más adelante vinieron más cambios.

¿Hace cuánto conoce la biblioteca? 

Como toda la vida he vivido en este barrio pude ver y recordar cuando montaron la biblioteca si no estoy mal, hace unos 12 o 13 años. Antes era la entrada de una mina de carbón que le llamaban La Estrella.

¿Por qué decidió participar en estos espacios de lectura?

Para ese entonces estaba Rodolfo que era el coordinador en ese tiempo, se encargó de ir un día a la iglesia y hacernos la invitación a la biblioteca, nos dijo que nos servía mucho para recrearnos y contar experiencias. Mi esposa fue la primera que asistió y después me dijo ‘‘camine me acompaña’’ para ese momento yo ya me había pensionado entonces decidí acompañarla, luego era yo el que venía más que ella; con el tiempo hicimos un grupo de unas 25 personas que asistíamos al club que llamamos Memoria de Centro Oriente. 

¿Por qué le llamaron Memoria de Centro Oriente?

Para rescatar las memorias pasadas en los ancianos, las vivencias de nosotros, de nuestras familias, de lo que pasa en la ciudad, hablamos de todo un poco. 

¿A qué talleres asistían, cómo cambió esto por la pandemia y cuál es la anécdota más bonita que tiene de la biblioteca hasta ahora?

Siempre asistíamos los días martes a las dos de la tarde sin falta al club y luego eran los jueves o dependiendo de la programación veníamos a los talleres de danza para adultos, también hacíamos los talleres de artesanías y artes manuales. Una anécdota o lo que más me gusta, es que podíamos participar en los concursos de bailes, entonces nos llevaban a varias bibliotecas, fuimos a del Tintal, a la Virgilio Barco y a la Julio Mario Santo Domingo.  Por la pandemia se puso muy difícil, nos hizo mucha falta, todos ya estábamos acostumbrados a venir, a leer poesía y hablar con los vecinos.  

¿Don Carlos, qué lecturas frecuenta aquí en la biblioteca?

Bueno, ahora ya podemos venir de vez en cuando a leer aquí a la biblioteca, entonces he retomado las lecturas. Durante la pandemia me leí a García Márquez, y ahora estoy leyendo la literatura de misterio de Agatha Christie y me gusta también sacar los libros de Edgar Allan Poe. 

¿Qué le parece la función de la biblioteca para los niños, le parece importante la biblioteca para la educación de ellos?

Yo tengo varios nietos, ellos vienen acá, a veces también me acompañan, me dicen ‘‘abuelo por qué no me lleva a la biblioteca’’ comparten con nosotros y les digo si necesitan algún libro pueden venir y sacarlo de la biblioteca para que no se atrasen en sus estudios.

Don Carlos invita a todos nuestros usuarios para puedan acercarse a las bibliotecas, a explorar los libros, a conocer de los talleres que cómo él mismo dice le han ayudado a entender un poco más sobre la naturaleza, gracias a la huerta con la que la Biblioteca Pública de La Peña cuenta, le hace estar en contacto con sus raíces y recordar que debemos cuidar el medio ambiente.