
El libro electrónico en la biblioteca pública
Escrito por: Nathalia Roa Garcés, Profesional Senior de Formación Digital en BibloRed
Más que destacar un formato, esta conmemoración abre preguntas esenciales sobre el acceso, la creación, la mediación y el derecho a la lectura en entornos digitales.
Para la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá – BibloRed, esta fecha es una oportunidad para pensar el papel de las bibliotecas públicas frente al ecosistema digital del libro:
¿Qué tipo de obras circulan en lo digital? ¿Quién las crea? ¿Quién las media? ¿Quiénes pueden acceder a ellas?
Más allá del PDF
Leer en digital no es lo mismo que leer en papel. No se trata solo de cambiar el soporte, sino de reconocer que el entorno digital posibilita nuevas formas narrativas: interactivas, hipertextuales, transmedia. Obras pensadas desde la experiencia del usuario, muchas veces participativas y multisensoriales.
En este ecosistema confluyen al menos tres formatos fundamentales:
1. Libro digitalizado
Es la versión digital de un libro impreso, obtenida por escaneo o conversión, sin alterar su forma original. Es una reproducción estática, útil para preservar y distribuir, pero sin funcionalidades interactivas. Ejemplo de esto son los conocidos eBooks.
2. Literatura digital
Obras creadas directamente para medios digitales: narrativas hipertextuales, visualizaciones interactivas, poesía multimedia o textos generativos. No derivan de un libro impreso, sino que nacen de una lógica digital autónoma. Su estructura, estética y forma de lectura se articulan mediante interfaces, enlaces y dinámicas de exploración.
Un ejemplo disponible en la Biblioteca Digital de Bogotá es “En mis sueños”, una pieza destacada de literatura digital.
3. Libro interactivo
Este formato se sitúa entre los anteriores: parte de un texto literario, pero incorpora elementos interactivos como animación, audio, decisiones del lector o mínima gamificación para ampliar la experiencia. A diferencia del libro digitalizado, no se limita a reproducir; y, a diferencia de la literatura digital, la interacción es un complemento, no el eje central.
Aquí pueden encontrar un referente colombiano.
Leer ya no es lo mismo… y no todos pueden hacerlo
En el contexto actual de la cultura escrita, el libro interactivo representa una evolución tanto estética como tecnológica del acto de leer. Ya no se trata solo de pasar páginas o seguir líneas de texto, sino de recorrer estructuras no lineales, activar elementos audiovisuales, tomar decisiones narrativas y explorar entornos.
Sin embargo, estas posibilidades no siempre significan mayor acceso. Por el contrario, a menudo profundizan desigualdades existentes.
¿Quiénes pueden realmente acceder, comprender y disfrutar un libro interactivo?
La brecha digital no se limita al acceso a dispositivos o a internet: es también una fractura en el acceso a las posibilidades culturales, cognitivas y críticas del entorno digital. En el caso del libro electrónico, esta brecha se vuelve aún más compleja y se manifiesta en al menos tres dimensiones:
1. Acceso material
Muchas personas no cuentan con dispositivos adecuados (computadores, tabletas, smartphones) ni con conectividad estable o suficiente para interactuar con libros digitales complejos. No se trata solo de tener “internet”, sino de contar con condiciones dignas y sin restricciones.
2. Acceso cultural y simbólico
Padres, docentes y mediadores de lectura no siempre están formados para distinguir entre entretenimiento y experiencias estéticas digitales. Se confunden juegos vacíos con narrativas interactivas valiosas, o se descarta lo digital por completo. Esta brecha implica una falta de criterios para seleccionar y mediar contenidos digitales de calidad.
3. Acceso cognitivo y estético
Leer en digital exige habilidades poco enseñadas: tolerancia a la ambigüedad, exploración no lineal, interpretación multimodal. Y aún menos se enseña a crear estas obras. La brecha también es formativa: existe escasa alfabetización en narrativas digitales tanto en educación formal como no formal.
¿Qué rol pueden jugar las bibliotecas públicas?
Las bibliotecas tienen el reto de no reproducir estas brechas. En ese sentido, iniciativas como la Biblioteca Digital de Bogotá, son una base fundamental —aunque no suficiente— para avanzar.
Con más de 3 millones de contenidos de acceso abierto, esta plataforma busca democratizar el acceso al libro electrónico. Pero en BibloRed estamos convencidos de que no basta con digitalizar contenidos: es necesario generar mediaciones activas.
Desde la Línea de Cultura Digital e Innovación de BibloRed hemos desarrollado guías, talleres y laboratorios de literatura digital que invitan a la creación colectiva —incluso con papel y lápiz— bajo la lógica del libro interactivo.
Hablando del tema, creando comunidad, y garantizando el acceso a contenidos de calidad, las bibliotecas públicas pueden acompañar a la ciudadanía en una comprensión crítica del libro electrónico y en el desarrollo de habilidades para participar activamente en el ecosistema digital.